experiencia en las Horas de junio
Al asistir al X Encuentro Hispanoamericano de Escritores "Horas de junio", me di cuenta de tres cosas:
1) En verdad es un encuentro de escritores, pero, o al menos en este año, no es Hispanoamericano. Estaría más pegado a la realidad si se hablara de un encuentro nacional de escritores, pero también resultaría falso, ya que si somos rígidos, al mirar la lista de invitados nos daremos cuenta de que se trata de un encuentro de escritores del norte del país.
2)Entendí que la mayoría de las ocasiones me inclino más por las propuestas foráneos que por las locales, porque simplemente son diferentes a lo que se ve a diario en el estado. Y ahí es cuando da resultado el encuentro con la gente que viene de otros lugares: te nutre, te comparte, te estimula.
3)Me percaté de que pocos escritores saben leer. Los poetas leían de prisa sus poemas, sin pausas, yendo de un texto a otro sin dejar tiempo para digerirlos. Los cuentistas leían cosas pequeñas (estoy seguro que no eran la parte fuerte de su obra) utilizando el mismo tono de voz en un volúmen bajo. ¿Cómo olvidar los poemas de Jaime Sabines leídos por él mismo?, ¿los cuentos de Cortázar leídos por el mismo Julio? Entiendo que existe un límite de tiempo para cada participante, pero ahí, detrás de la mesa, frente al micrófono, sólo tu vas a leer tus propios textos, nadie más. Lo que pase en ese momento corre por tu cuenta.
1) En verdad es un encuentro de escritores, pero, o al menos en este año, no es Hispanoamericano. Estaría más pegado a la realidad si se hablara de un encuentro nacional de escritores, pero también resultaría falso, ya que si somos rígidos, al mirar la lista de invitados nos daremos cuenta de que se trata de un encuentro de escritores del norte del país.
2)Entendí que la mayoría de las ocasiones me inclino más por las propuestas foráneos que por las locales, porque simplemente son diferentes a lo que se ve a diario en el estado. Y ahí es cuando da resultado el encuentro con la gente que viene de otros lugares: te nutre, te comparte, te estimula.
3)Me percaté de que pocos escritores saben leer. Los poetas leían de prisa sus poemas, sin pausas, yendo de un texto a otro sin dejar tiempo para digerirlos. Los cuentistas leían cosas pequeñas (estoy seguro que no eran la parte fuerte de su obra) utilizando el mismo tono de voz en un volúmen bajo. ¿Cómo olvidar los poemas de Jaime Sabines leídos por él mismo?, ¿los cuentos de Cortázar leídos por el mismo Julio? Entiendo que existe un límite de tiempo para cada participante, pero ahí, detrás de la mesa, frente al micrófono, sólo tu vas a leer tus propios textos, nadie más. Lo que pase en ese momento corre por tu cuenta.
5 comentarios
josue -
Manuel Llanes -
¿Tú piensas que tu literatura es mala?
Carlos Mal Pacheco -
No deberíamos subirnos a una mesa a leer en público si nuestra literatura es mala.
Manuel -
Si Horas de junio está en decadencia, es el resultado del proceso que ha sufrido un evento, y no necesariamente significa que la literatura sonorense esté en crisis. Para estar en crisis tendria que haber llegado a la cúspide de su desarrollo y para eso todavía falta.
Carlos Mal Pacheco -
Una vez Manuel Llanes, escéptico de que hay escritores regionalistas todavía me retó a que le hiciera una lista de nombres.
Esa lista es la de los invitados a Horas de junio.
Y no sólo los locales. Qué triste, ¿no?